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Empeoraron las condiciones de vida en el Conurbano y en CABA

Según un relevamiento del Centro de Estudios Metropolitanos, en el GBA y en Capital Federal cayeron los índices de seguridad económica y laboral. "Vemos un clima social difícil", dijo el director de la investigación. Las cifras.


Un estudio realizado por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) reveló que las condiciones de vida empeoraron en el Conurbano bonaerense y en Capital Federal desde diciembre de 2016 hasta abril de este año. De acuerdo al estudio, se registraron caídas muy fuertes en las variables vinculadas a la seguridad económica y la laboral.

El objetivo del estudio fue comparar los resultados del primer Monitor de Clima Social (MCS), efectuado en diciembre de 2016, con los que arrojó el segundo MCS realizado cuatro meses más tarde. Colaboraron en su elaboración la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), la Universidad Nacional Arturo Jauretche y la Universidad Nacional de Hurlingham, que integran el CEM.

De acuerdo a la información publicada por el diario Página/12, el MCS elabora su diagnóstico en base a tres índices: el de seguridad económica, el de seguridad laboral y el de seguridad alimenticia. El valor de los índices se mide de cero (inseguridad total) a 100 (seguridad completa). Para realizar el informe, el CEM entrevistó telefónicamente a 1738 habitantes de la Capital y el Gran Buenos Aires.

Se va construyendo un clima social difícil en todo el ámbito metropolitano. Desde el Estado se endurecen las posturas y se avanza por caminos represivos. Las conclusiones de nuestro estudio indican que hay que tomar medidas. No existen actualmente políticas públicas", advirtió Matías Barroetaveña, que estuvo a cargo de la investigación.

En declaraciones citadas por ese matutino, señaló además que "en nuestras recorridas por el Gran Buenos Aires percibimos lo que sucede con los comedores. De un año al otro supuestamente les aumentaron el presupuesto al doble, pero la cantidad de comida que llega es la misma. Y la cantidad de gente que va a los comedores trepó en forma notoria".

"La situación empeora, creció la desocupación y entonces los despedidos salen a buscar trabajo y sólo consiguen changas. También vemos en los datos que más integrantes de la familia tienen que salir a buscar trabajo porque el dinero no alcanza. Tomando todas las respuestas, diría que los índices de seguridad social bajaron diez puntos”, alertó en la nota del periodista Raúl Kollmann.

Las cifras del informe

Según los resultados del informe, difundidos por P/12, las mayores caídas se registraron en los índices de seguridad laboral y económica. El primero pasó de 57 a 50 puntos, mientras que el segundo cayó de 46 a 40. El de seguridad alimenticia se mantuvo relativamente estable: pasó de 72 a 71.

Seguridad laboral

Según se informó, el 38 por ciento de los entrevistados en GBA y CABA dijo que él o alguien de su familia se quedó sin trabajo en el último año. Esa cifra trepa al 47 por ciento en el segundo cordón del Conurbano.

Además, el 57 por ciento dijo que un nuevo integrante del grupo familiar tuvo que salir a buscar empleo porque ya no alcanzaba el ingreso. También el 57 por ciento dice que el salario no le alcanza para llegar a fin de mes, mientras que el 38 por ciento teme perder su trabajo en los próximos meses.

Seguridad económica

El 51 por ciento de los encuestados consideró que la situación económica del país es "mala o muy mala". El 70 por ciento contó que compra menos alimentos que antes; el 74 por ciento cambió de marca para ahorrar. A su vez, el 35 por ciento dejó de comprar carne habitualmente, porcentaje que sube a 50 por ciento en el Conurbano.

El 51 por ciento sostuvo además que su situación personal empeoró con respecto al año pasado. En diciembre, el 25 por ciento decía que la situación era "mala"; ahora lo afirma el 34 por ciento.

Seguridad alimenticia

Se trata del índice que registró mayor estabilidad. El 43 por ciento de los encuestados dijo haber reducido las raciones de comida (el porcentaje de diciembre llegaba a 38). Asimismo, el 22 por ciento tuvo hambre en algún momento del 2016 por no tener plata para comprar comida; en el sur del GBA ese porcentaje trepa al 30 por ciento.


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