DERECHOS HUMANOS

Señalizaron la casa en la que fue secuestrada Victoria Montenegro junto a sus padres

El sábado se realizó la señalización de la casa en la que el 13 de febrero de 1976 un grupo de tareas se llevó a la nieta restituida y actual diputada de la Ciudad Victoria Montenegro, junto a sus padres Roque Montenegro e Hilda Torres.


El sábado pasado se realizó la señalización de la casa en la que el 13 de febrero de 1976 un grupo de tareas se llevó a la nieta restituida y actual diputada de la Ciudad Victoria Montenegro, junto a sus padres Roque Montenegro e Hilda Torres. El acto fue en Eva Perón y Villegas, en William Morris, partido de Hurlingham, y estuvo organizado por ese municipio en el marco del programa Esquinas de la Memoria.
 
Durante la señalización hablaron Damián Selci, intendente local, el abogado Pablo Llonto y Aníbal Hnatiuk, responsables fundamentales de haber hallado la casa. También participó Christian Aspeleiter, el hijo y el nieto de Alfredo y Nicoodemus Aspeleiter, secuestrados pocos meses después en la misma vivienda.
 
En ese marco Victoria Montenegro señaló que “en estos momentos tan particulares, muchos de nosotras y nosotros nos encontramos en decenas de señalizaciones pero lo que está pasando en el país, nos interpela y nos moviliza sobre todo de cara al 24 de marzo. Yo sabía que existía esta casa pero creía que nunca la iba a encontrar. Incluso ya la había dado por perdida. Y ahí fue cuando aparecieron Pablo Llonto y Aníbal Hnatiuk que me insistieron tantísimo hasta que le di los datos y siguieron la búsqueda  hasta encontrar la casa. La Memoria en este tiempo tiene que ser el anticuerpo de nuestro pueblo. Muchos de nosotros como nietos y nietas no tenemos una foto con nuestros padres, no tenemos una foto familiar, entonces esta casa es tener la materialidad de que fuimos familia y que fuimos familia militante”.
 
“A veces no hay forma de dimensionar eso que son los 30 mil en una vida cotidiana”, expresó la legisladora y nieta restituida, que ayudó en la colocación de un cartel en la intersección de las calles Villegas y Arribeños, en la localidad de William Morris, en donde figuran los nombres de su papá, Roque Montenegro; de su mamá, Hilda Torres, y de Nicodemus y Alfredo Aspeleiter, padre e hijo. La iniciativa del Municipio de Hurlingham apunta a visibilizar los espacios zonales donde ocurrió el terrorismo de Estado: “Queremos que sea a la altura de la vista y que se integre en la señalética urbana”, apuntó el intendente, Damián Selci.
 
Montenegro recordó que fue gracias a Elizabeth Gómez Alcorta y a su pareja Aníbal Hnatiuk, así como al abogado de lesa humanidad Pablo Llonto –quienes participaron del acto– que se produjo el hallazgo de la vivienda, ubicada en Villegas al 2500, a mediados de 2023. La última vez que la nieta restituida había estado en ese lugar fue el día en que fue secuestrada junto a sus padres y apropiada, en febrero de 1976. "La memoria tiene que ser el anticuerpo de nuestro pueblo en este tiempo. Y los espacios de la memoria que vamos a defender aunque quieran despedir a sus trabajadores”, subrayó.
 
En la casa señalizada, el grupo de tareas encabezado por el coronel del Ejército Herman Tetzlaff, quien luego sería el apropiador de Victoria, ingresó violentamente al hogar. La patota secuestró a Hilda, a Roque y a Victoria que en ese momento tenía solo 13 días de vida. Roque fue una de las víctimas de los vuelos de la muerte y su cuerpo fue hallado en la costa uruguaya en 1976 enterrado como NN en el cementerio de Colonia. Hilda Torres, madre de Victoria, aún está desaparecida y al igual que su compañero Roque, había nacido en Metán, provincia de Salta.
 
En el acto estuvieron dirigentes sociales, de derechos humanos, sociales, sindicales y políticos así como decenas de vecinos y vecinas de Hurlingham.
 



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