CONURBANO

Insaurralde pidió trabajar en un "gran acuerdo" contra la inseguridad

El intendente de Lomas de Zamora dijo que la seguridad "es una deuda pendiente" que "tenemos que resolver todos juntos". "La gente tiene bronca y está desesperada", dijo. Hoy se reunirá con Ritondo.


Tras lo recientes hechos de inseguridad que ocurrieron en Lomas de Zamora, el intendente Martín Insaurralde pidió alcanzar "un gran acuerdo" con los gobiernos nacional y provincial para combatir la inseguridad.

"La seguridad es una deuda pendiente y la tenemos que resolver todos los sectores políticos juntos. La gente tiene bronca, está desesperada, y tiene toda la razón del mundo", sostuvo el alcalde en un comunicado de prensa.

En ese marco, despegó al municipio de los casos de inseguridad que ocurren en Lomas. "La seguridad ciudadana depende de la provincia de Buenos Aires y el Gobierno Nacional, pero quiero ayudar”, dijo, a la vez que informó que se reunirá en las próximas horas con el ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo para analizar medidas para luchar contra el delito.

“Entiendo que la gobernadora [María Eugenia] Vidal debe ocuparse de la situación de inseguridad que vive toda la Provincia, pero yo voy reclamar incansablemente por mis vecinos a quienes represento y necesito llevarles respuestas”, remarcó.

"Los vecinos nos piden un compromiso mayor a todos los sectores políticos, con la intervención indispensable del Gobierno Nacional, la Justicia y el Poder Legislativo frente a la gravedad del caso”, concluyó el jefe comunal al referirse a los episodios de los últimos días.

Ayer por la noche, cientos de vecinos marcharon por las calles de Temperley para denunciar la existencia de "zonas liberadas" y reclamar mayor seguridad luego de que un matrimonio muriera en un accidente automovilístico en el marco de un secuestro extorsivo.

Días atrás había tenido lugar otro hecho de inseguridad. Ocurrió el miércoles por la noche en la localida de Villa Centenario, donde dos delincuentes asesinaron a un chico de tres años que había salido con su papá a comprar una pizza. Tras el crimen, un grupo de vecinos quemó la casa del acusado.


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