VIOLENCIA POLICIAL

Sin motivo, policías de la comisaría quinta de Lanús bajaron a dos chicos de un colectivo

Los jóvenes se dirigían a su casa en el Conurbano tras haber sido atacados por una patota en Capital. Los agentes los insultaron, los golpearon y los tuvieron detenidos por casi once horas.


Dos adolescentes de 15 y 17 años fueron obligados a bajarse sin motivo alguno de un colectivo por orden de policías de la Comisaría Quinta de Villa Diamante, en el partido bonaerense de Lanús, donde gobierna el macrista Néstor Grindetti.

Los chicos, dos hermanos, iban a bordo del colectivo de la línea 31 rumbo a su casa tras haber sido golpeados por un grupo de jóvenes a la salida del colegio en el barrio porteño de San Cristóbal.

De acuerdo al relato de los jóvenes, dos oficiales de Lanús subieron al colectivo a la altura de la ribera del Riachuelo y los obligaron a bajarse sin dar explicaciones. Los palparon de armas, los golpearon y los maltrataron. Al cabo de una hora los llevaron a la comisaría quinta, donde permanecieron en una celda sucia y sin rejas hasta que su madre fue a buscarlos.

El hecho sucedió el 4 de abril. La odisea de JC (15) y FC (17) comenzó a la salida de la Escuela Normal 8, en Capital Federal, cuando un grupo de seis chicos los hostigó, los golpeó y les robó. JC le pidió ayuda a un policía de la Ciudad, que se desentendió del asunto. Otro efectivo incluso le dio un bastonazo en la cabeza, publicó el diario Página/12.

Cuando los hermanos tomaron el colectivo rumbo a Lanús vino la segunda parte de la agresión: policías de la Comisaría Quinta de ese distrito del sur del Conurbano que no llevaban placas identificatorias los obligaron a bajarse del vehículo, los insultaron y los detuvieron sin motivo. Más tarde, quisieron obligar a Silvia, la madre de los chicos, a firmar un acta que le imputaba a los jóvenes el delito de "resistencia a la autoridad".

Silvia se negó a firmar y culpó a los agentes por haber agredido a los sus hijos. "Nosotros no hicimos nada", fue la respuesta de los efectivos que trasladaron a los chicos a la seccional. La discusión subió de tono y, con el jefe de la comisaría a la cabeza, los agentes maltrataron a la familia y la amenazaron con retener a JC y FC, que permanecieron casi once horas detenidos.

Los familiares de los chicos también dijeron que el secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravetz, se comprometió a "dejar sin efecto" la causa, aunque no concurrió a la comisaría para interiorizarse sobre la situación de JC y FC.

Según publicó Página/12, dos abogados presentaron una denuncia judicial por apremios ilegales.


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