Coronavirus

Kicillof lanzó su protocolo para adultos mayores, sin restricciones como el de Larreta

Tal como se anticipó y se publicó en el Boletín Oficial, la Provincia estableció una resolución para los abuelos con el propósito de evitar la propagación de la Covid-19. Sin embargo, y tras la polémica por la disposición de la Ciudad, la medida del gobernador bonaerense no es restrictiva ni exige llamar para notificar una salida, como la del jefe de gobierno porteño. Mirá las diferencias.


Tal como se anticipó y se publicó en el Boletín Oficial, la Provincia de Buenos Aires estableció su propio protocolo para los abuelos con el propósito de evitar la propagación de la Covid-19, pero se diferenció de la medida de la Ciudad que generó polémica ya que en el caso bonaerense no es restrictiva ni exige llamar para notificar y pedir permiso para salir a la calle.

La decisión de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta determina una obligación de los adultos mayores de llamar para notificar una salida a la calle, comunicación en la que se intenta disuadirlos de hacerlo, ofreciéndoles alternativas. En un principio, se habían previsto sanciones a quienes incumplieran la norma, pero luego se dio marcha atrás. A diferencia de esto, Axel Kicillof no dispuso solicitar ningún permiso sino que solamente se trata de recomendaciones generales para la prevención y el control y la posibilidad de acercar variantes de asistencia.

En primer lugar, en el ámbito porteño, la resolución rige para los mayores de 70 años, mientras que el nuevo protocolo de Buenos Aires baja 10 años esa franja y propone acciones para los personas mayores de 60 años, quienes “forman parte de la población de mayor riesgo de presentar formas graves, complicaciones y muertes por COVID-19, y a esto se agrega la presencia de comorbilidades que aumentan este riesgo y diferentes condiciones de movilidad que podrían afectar su adecuado desplazamiento y autonomía”, argumenta la resolución en los fundamentos de la medida.

La administración de Kicillof solicitó a los abuelos que permanezcan en el domicilio la mayor parte del tiempo y minimizar el contacto social; evitar contacto con personas con síntomas respiratorios o personas que volvieron de zonas afectadas en los últimos 14 días; no asistir a actividades sociales, lugares de alto tránsito y aglomeración de personas; lavado frecuente de manos; ventilación frecuente de espacios; y limpieza frecuente de ambientes y superficies.

En el caso de la Ciudad, el gobierno porteño puso en vigencia la resolución que obliga a los mayores de 70 años a comunicarse con el servicio de atención ciudadana (número 147) antes de salir de sus casas, aviso que tendrá una vigencia de 48 horas. Hoy, hasta las 15, las autoridades de la gestión PRO informaron que recibieron más de 20 mil llamados y que el 30% de los adultos mayores aceptaron la recomendación que se les hizo.

En la provincia de Buenos Aires, además, se recomienda el uso de la receta electrónica como instrumento que facilita el acceso y continuidad de los tratamientos de pacientes crónicos, y que la vacunación de este grupo de riesgo sea casa por casa, utilizando bases de datos disponibles de programas sanitarios, centros de jubilados, direcciones de tercera edad, entre otros.

Con relación a los geriátricos, el nuevo protocolo dispone un paquete de medidas para poder funcionar medio de la pandemia, como la recomendación de prohibir el ingreso y egreso a toda persona que no trabaje en el lugar, y que los residentes mantengan contacto con sus familiares a través de videollamadas o llamadas telefónicas.

También que se tome la temperatura corporal al personal que ingrese, que deberá usar todos los elementos de protección personal. “Dentro de lo posible (se recomienda) clausurar las zonas comunes para disminuir al máximo la interacción entre los residentes, pudiendo plantearse como alternativa la organización de turnos que permitan mantener una distancia de seguridad entre los residentes de al menos 1 metro y con una limpieza oportuna al finalizar cada turno”.

Ante la posibilidad de la detección de un caso positivo dentro de un geriátrico, no se recomienda el cierre preventivo del establecimiento, sino que establece una serie de pautas a seguir.


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