Juntos por el Cambio

"Primer Tiempo": qué escribió Macri sobre el fallido "plan V" y el elogio a Vidal por "no quejarse"

Mañana el ex presidente presentará su primer libro, sobre el que ya trascendieron una gran cantidad de fragmentos. Entre ellos, se conoció cómo fue la propuesta para que la ex gobernadora lo reemplazara como candidato presidencial y un curioso cumplido del líder PRO a "Mariu".


Luego de varios bloopers, entre los que reinó un ex ministro de Juntos por el Cambio que celebró la salida del libro con una insólita foto que relaciona al ex presidente con los "roba libros", mañana Mauricio Macri presentará "Primer tiempo" rodeado por la cúpula del PRO y algunos dirigentes de JXC y ya trascendieron una gran cantidad de fragmentos.

Entre ellos, se conocieron algunas ideas del líder PRO sobre cómo fue su relación con María Eugenia Vidal, particularmente la propuesta para que la ex gobernadora lo reemplazara como candidato presidencial y un curioso cumplido del líder PRO a "Mariu".


EL "PLAN V" QUE NUNCA FUE PERO QUE VIDAL ACEPTABA


Fragmento del Capítulo 12, "La campaña que me transformó":

Entre marzo y abril también crecieron las presiones del círculo rojo para que yo diera un paso al costado y no me presentara a la reelección. La opción que se discutía era que María Eugenia tomara la candidatura presidencial. Algunos medios venían planteando esta idea, a la que denominaron «Plan V». Como es lógico, el tema había generado muchas tensiones en el equipo.

Estuve dispuesto a considerar seriamente el Plan V si se demostraba que el cambio incrementaba nuestras chances de continuar. En abril, dos noticias parecían alentar la alternativa de una candidatura presidencial para María Eugenia. Por un lado, había presiones desde el mundo financiero reclamando un cambio de timón, o más bien de timonel. Por el otro, Alejandro Catterberg, uno de los más respetados encuestadores del país, le había hecho saber a Marcos que las chances de mi reelección, de acuerdo a lo que observaba en sus estudios, se estaban extinguiendo.

Por aquellos días invité a Felipe González a conversar. A lo largo de mi vida mantuve algunos diálogos muy valiosos con Felipe. El gran político español es un argentinófilo de ley que, desde hace muchos años, sigue muy de cerca la política de nuestro país. Felipe me dijo en esta oportunidad que estaba impresionado por una característica de nuestro círculo rojo. Me contó que había mantenido encuentros con muchos empresarios y políticos argentinos y que todos, sin distinción, habían reconocido que yo estaba dando las batallas que había que dar y que las reformas que estaba planteando eran correctas y necesarias. Sin embargo, tras escuchar a todos había descubierto que aquí sucedía algo muy extraño. Al revisar las opiniones y declaraciones en los medios de las mismas personas con las que se había entrevistado, todos se mostraban en contra de nuestras políticas. «En España los hombres públicos, en la inmensa mayoría de las ocasiones, dicen lo mismo cuando hablan en privado y cuando aparecen en los medios». Me pareció una lectura genial de la conducta de buena parte de nuestros empresarios y políticos.

Me llamaba la atención que Felipe no hiciera ninguna mención del famoso «Plan V» del que tanto se estaba hablando. Como no me decía nada, antes de concluir nuestro encuentro le pedí su opinión. Su posición fue muy clara y contundente. Me dijo que era absurdo dar un paso al costado en ese momento. Si yo aceptaba como un hecho mi propia derrota iba a ser imposible empoderar a alguien para que tuviera chances de éxito. Y, como si esto fuera poco, esa decisión nos debilitaría ya definitivamente y nos impediría llegar al final del mandato.

Antes de tomar una decisión, quería encontrarme y conversar abiertamente sobre este tema con María Eugenia. Tuvimos una larga charla el último sábado de abril en Los Abrojos. Yo era muy consciente de la enorme presión que pesaba sobre ella. «Si es indispensable, sí, pero no es lo que quiero», me dijo. Sentía que no era su momento y que no iba a poder en las condiciones en las que estábamos. Pero también me dijo que, si yo necesitaba que asumiera la candidatura, lo haría. Me comprometí, entonces, a hacer lo posible para evitarlo y que sólo se lo pediría si fuera absolutamente necesario. A partir de ese momento se dejó de hablar del «Plan V».


¿UNA VIRTUD "POLÍTICA" DE VIDAL SEGÚN MACRI? NO QUEJARSE

Hay un episodio que muestra la diferencia de calidad humana y política entre María Eugenia Vidal y Axel Kicillof. María Eugenia, que realmente no tenía un peso para pagarle a nadie, hizo su mayor esfuerzo para no quejarse y salir adelante. Kicillof, que recibió más de 30.000 millones de pesos en la caja, se quejó amargamente de la situación recibida, como si no le alcanzara ni para pagar una caja de fósforos.


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