Política de inclusión

El colectivo travesti-trans celebra el cupo laboral como un paso más hacia la igualdad

Pese a la gran importancia de esta nueva legislación, desde los colectivos militantes LGBT advierten que hay que hacer cumplir dicha ley. Una de las referentes de MTA (Mujeres Trans Argentina) conversó con NuevaBA sobre esta medida.

Por Juan Vera Visotsky


Finalmente, tras una larga sesión en el senado de la Nación el jueves, el cupo laboral travesti trans fue aprobado y ahora las empresas y organismos del Estado deberán cumplir con el cupo de 1% de personas de identidad no binaria. El colectivo celebró esta medida como un paso más hacia una igualdad que todavía se ve en el horizonte.
 
En ocasión de la sanción de esta ley, NuevaBA conversó con Tathiana Carmona, militante por los derechos de la comunidad LGBT y referenta MTA (Mujeres Trans Argentina) en la ciudad de La Plata. Además, trabaja en el Ministerio de las Mujeres Géneros y Diversidad de la Nación, que es conducido por Elizabeth Gómez Alcorta.
 
"Estos avances en materia de derechos me movilizan muchas cosas. Cuando encontrás respuesta por parte del Estado, es algo que valoramos muchisimo", admite Carmona en diálogo con este medio, y agrega que "esto es obra de un gobierno popular que se preocupa por ampliar derechos".
 
Tathiana no se olvida de las compañeras del colectivo LGBT que ya no están más y que no pudieron ver esta ley recientemente aprobada. "Es un logro fundamental sobre todo pensando en todas ellas que dejaron la vida en esta lucha", dice emocionada.
 
En la Provincia de Buenos Aires rige desde hace pocos años una ley provincial que establece lo que esta ley nacional. Se trata de una legislación que debería regir desde diciembre de 2015. "Durante los 4 años de gobierno de Maria Eugenia Vidal no se reglamentó por lo cual no se pudo aplicar. No hubo una decisión política ni un acompañamiento por parte de los gobernantes", recordó Tathiana.
 
Según estas legislaciones un 1% de la totalidad del personal de las empresas privadas o del Estado y de los organismos estatales deben ser ocupadas por la comunidad travesti-trans. "El colectivo que integro está profundamente vulnerado en cuanto a acceso a derechos y el acceso al trabajo es lo que te facilita poder alcanzar otros derechos. Muchas veces los que toman las decisiones no lo entienden así", resume Tathiana.


 
La presencia pendiente
 
La situación del colectivo travesti trans la conocen en profundidad quienes integran el colectivo y caminan las calles día a día, pero no hay hasta el día de hoy estadísticas claras y certeras sobre cómo está viviendo este sector de la sociedad y qué problemas atraviesan, según dice Tathiana. "Ya sea a traves de actividades, manifestaciones o contacto entre nosotres, es como conocemos el estado de nuestro colectivo, ya sea situación laboral, de vida y demás".
 
"Hay algunas asociaciones civiles y universidades que colaboran para elaborar estadísticas y demás, lo cual da cuenta que no hay un Estado que le interese contener a este colectivo. Recién ahora estamos teniendo más protagonismo y más empoderamiento y podemos ir conquistando estos derechos y estos espacios. Pero hoy por hoy no hay forma de saber números formales", aseveró a éste portal la militante del colectivo.
 
"Casi un 90% de las personas travesti-trans en edad laboral o adolescente ejerce la prostitución y esa es su única salida de subsistencia, que al no estar reglamentado tiene todas las complejidades de cualquier actividad clandestina", expresó Tathiana.
 
A muy temprana edad, las personas trans son expuestas a este tipo de labores, según cuenta la referente de Mujeres Trans Argentina, debido a la falta de "un contexto que te apoye y te acompañe"; lo cual se traduce en un alarmante expectativa de vida de 40 años de edad. Estas son unas de la pocas estadísticas que se conocen del colectivo.
 
Respecto a cómo debe seguir la ampliación de derechos para la comunidad travesti-trans, Tathiana expresó que "el paso más urgente es la plena aplicación de ésta ley".
 
"En algunas provincia y municipios tenemos experiencia de legislaciones de éste tipo y lo que sucede es que está todo muy bien escrito y muy lindo, pero no se cumple", aseveró.
 
"El Estado y las empresas ya no tienen excusa. Hay una ley que dice que tienen que contratar al menos un 1% de sus empleades de la comunidad Travesti-Trans", celebró la referente.
 
Todavía falta y sabemos que el modelo médico hegemónico tiene una perspectiva binaria de lo que es la salud para las mujeres y para los hombres, quedando por fuera la salud de nosotres", dijo la referente. "Hay mucho trato indigno para nuestra identidad y para nuestros cuerpos. Ahí hay mucho por hacer también, tanto en la formación de los profesionales como en la práctica profesional".


 
Los avances sociales en materia de género
 
Durante los últimos años la juventud del país (al menos una parte importante) se apropió de las banderas de la militancia feminista y por los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
 
Para Tathiana, estos avances achican un horizonte que a veces parece muy lejano. "Durante el 2010 y 2011 yo militaba en una agrupación en la que hicimos un glosario con términos básicos de género. Hace poco con amigues con los que compartimos ese espacio volvimos a releer ese glosario y nos dimos cuenta que faltaban muchos terminos que hoy son fundamentales, como por ejemplo el concepto de no binario. Hubo muchas cosas que las fuimos construyendo después", dijo Tathiana haciendo memoria.
 
"Hay que entender que ser trans, travesti o transgénero, no tienen que ser categorías para etiquetar, sino para visibilizar que hay identidades por fuera de lo binario y de lo cis", resumió la militante y agregó que "el lenguaje inclusivo viene a cumplir ese rol. Estaríamos no solamente invisibilizando a los sectores que existen pero no están en el lenguaje".
 
Hace poco más de una semana hubo un transfemicidio en La Plata. Wanda Soraya Tananta Paima, migrante y Trabajadora Sexual callejera fue asesinada de un disparo a quemaropa por parte de un hombre que pasó en un auto en movimiento en las intersecciones del Diagonal 73 y calle 3. Según denunciaron desde la agrupación Zona FALGBT, la policía le negó auxilio médico.
 
Tehuel De La Torre, un chico trans de 21 años que había ido a una entrevista de trabajo hace ya 3 meses, continua sin aparecer. Estos son solo algunos ejemplos de lo que tienen que lidiar día a día las personas que deciden cambiar su identidad de género.
 
"Estas agresiones están íntimamente relacionadas con los avances sociales", analiza Tathiana y agrega un dato escalofriante: "Hay más de 35 compañeras que fueron víctimas de travesticidio y transfemicidios en el país en lo que va de 2021. Y hay 3 que están desaparecidos, entre los que está Tehuel".
 
Soraya era un caso ejemplo de lo que fue relatando Tathiana. Era una joven de 29 años, migrante, cuya única opción que encontró fue la del trabajo sexual, lo cual la llevó a que la asesinaran. "Además ella el año pasado había sido víctima de un ataque y no sabemos con certeza si tuvieron relación estos dos ataques", relató la militante trans.
 
"Estas cosas suceden porque no tenemos una justicia que investigue a fondo estas situaciones. Somos ciudadanas de 2da o de 3ra", dice Tathiana y completa: "Lo que necesitamos es también una reforma judicial con perspectiva transfeminista para que nos incluyan y que sepan que cuando cometen crímenes contra nosotras es por nuestra identidad".   


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