TRAS EL BRUTAL CRIMEN DE LUCÍA PÉREZ

Para Arroyo, la lucha contra la violencia de género es "una moda"

El intendente de General Pueyrredón formuló esas polémicas declaraciones en un acto escolar. Consideró que la inversión en campañas de concientización es un gasto "innecesario" y pidió destinarlo a educación.


El intendente de General Pueyrredón, Carlos Arroyo, desató una polémica al afirmar que la lucha contra la violencia de género y los femicidios es "una moda" y criticar a los políticos que destinan fondos para financiar campañas de concientización y difusión.

"Creo que muchos políticos invierten innecesariamente en campañas cuando deberían priorizar en la educación. Malgastan dinero en campañas que están de moda, como la de violencia de género", dijo el macrista en el discurso que brindó durante los festejos por el 50º aniversario de la Escuela Primaria Nº5 del barrio San Patricio.

Las escandalosas declaraciones de Arroyo generaron un fuerte malestar entre quienes militan la consigna #NiUnaMenos. “En la zona sur de Mar del Plata, donde recibimos a diario denuncias de víctimas de violencia de género en la primera oficina de la ciudad que depende de la Comisaría de la Mujer, escuchar esto es una ofensa”, dijo María Inés Benítez, presidenta de la sociedad de fomento Playa Serena, en declaraciones al diario local La Capital.

La polémica es aún mayor ya que Mar del Plata fue, semanas atrás, el escenario del brutal femicidio de Lucía Pérez, una joven de 16 años que fue drogada, violada y asesinada. “No puede ser que a cinco cuadras del lugar donde se asistió a Lucía, y en donde funciona la oficina de víctimas de violencia de género, estemos escuchando semejante cosa”, enfatizó Benítez.

El intendente electo por Cambiemos ya había sido noticia meses atrás por unos polémicos dichos sobre la última dictadura cívico-militar. "Mi dese es que vuelva el vecino feliz de hace 40 años, que podía caminar por la calle con tranquilidad e ir a cualquier lugar", había dicho Arroyo en julio, meses después de haberse cumplido cuatro décadas del último golpe de Estado en el país.


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