Coronavirus

Empezó la vacunación en Argentina: Kicillof se aplicó la Sputnik V y criticó a la oposición por atacar la inmunización

El Gobernador fue inoculado con el fármaco ruso para certeza y seguridad a la población, como hicieron otros cuatro mandatarios. Le pidió a la oposición macrista "dejarse de joder" con cuestionamientos infundados y abandonar "la mala intención" a quienes "dejaron vencer vacunas y ahora hablan".


El plan nacional de inmunización contra el coronavirus comenzó hoy en en todo el país a las 9, tal como estaba previsto, luego de un operativo de distribución de 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V, desarrollada a partir de su llegada al país proveniente de Rusia y que en una primera etapa se destinará a personal de la salud.

Así, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, fue el primer funcionario de reconocimiento público a nivel nacional y primera línea en aplicarse el fármaco desarrollado por el Centro Gamaleya y adquirido por el Gobierno nacional en un acuerdo Estado-Estado con Rusia. Cabe señalarse que además del bonaerense, otros cuatro mandatarios provinciales fueron vacunados hoy, incluido el correntino Gustavo Valdés, de Juntos por el Cambio. 

La idea, tal como explicó luego, es transmitir mayor seguridad y confianza a la ciudadanía. "El principio del fin de la pandemia", expresó el mandatario provincial a través de redes sociales, donde también mostró una imagen del momento en que recibió el "pinchazo".

Durante la conferencia de prensa en la que anunció el comienzo de la campaña de vacunación, a Kicillof le preguntaron sobre la desconfianza respecto a la “vacuna rusa” al igual que por otras críticas abiertas que realizó un sector de la oposición, con un sector de Juntos por el Cambio al frente.

“Hay gente que dejó vencer miles de vacunas y ahora habla de si hay que vacunarse o no. Con esas también había que vacunarse”, afirmó el mandatario en referencia abierta al presidente Mauricio Macri, a la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich, pero más precisamente al ex secretario de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, que hizo una recorrida por medios durante los últimos días para expresar su desconfianza respecto a la aprobación de la vacuna por parte del Ministerio de Salud de la Nación con la recomendación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).



El ex funcionario macrista había dicho que "el mensaje mediante el cual ANMAT recomendó la autorización de emergencia de la vacuna SputnikV no es un informe técnico, es un memo que carece de datos”, palabras a las que adhirió con menos precisión aún el intendente PRO de Bahía Blanca Héctor Gay, quien dijo que por el momento no se aplicará la vacuna.

Ante eso, Kicillof fue recorriendo los distintos puntos de esa critica y los respondió de forma contundente: “El que no confía en el ANMAT que abra el botiquín y tire todo a la basura, porque todos los medicamentos, hasta cuando uno usa un antibiótico cualquiera, si lee las contraindicaciones en el prospecto -yo no lo hago en general, porque es una lista inmensa de contraindicaciones-, son más que la de esta vacuna”.

Además, sostuvo que “es una aprobación que llena de confianza venga de donde venga” e lanzó una chicana a esos mismos opositores al recordarles que “ahora la vacuna que debería llamarse ´británica` está trabajando con el instuto Gamaleya para mejorar la performance de la vacuna que también se va a suministrar en Argentina”, en referencia a la vacuna de Oxford – AstraZeneca que también se produce en el país y que estará disponible a partir de abril.

“Me parece que hay una dosis importante de mala intención y muy dañina, porque la verdad que meterse con lo que nos va a permitir salir de esta situación…”, agregó el jefe de Estado provincial, y le pidió a la oposición que contribuya a generar confianza para la vacunación.

En ese sentido, enfatizó: “Argentina está dando un paso en dirección a la cura, cuando veníamos dando pasos de defensa con un escarbadiente, con un virus muy contagioso, muy dañino y mortal. Me parece que es momento para dejarse de joder”.



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