Coronavirus

Asistencia económica desde los municipios: más políticas públicas y menos politiquería

En épocas de restricciones sí versus restricciones no, los estados municipales tienen una herramienta fundamental para que todo el suplicio que conlleva la pandemia sea un poco más ameno. ¿Alcanza? Probablemente no, pero entre políticas nacionales, provinciales y municipales se puede aspirar a un menor perjuicio económico.

Por Tomás Correa


En las últimas semanas la agenda fue copada por la pandemia y sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas. Pero, sin dudas, no se reparó tanto en la posibilidad de políticas públicas que acompañen a las restricciones anunciadas y que, probablemente, se extiendan por más tiempo.

Dentro de la tormenta, hay un panorama que parece ser mucho más claro - y, a su vez, peligroso - que el año pasado: en el 2021 hay elecciones, por lo tanto, el juego de la unidad y el amor fraternal entre oficialismo y oposición quedó en una utopía del inconsciente colectivo. Sí, al lado del “vamos a salir mejores”.

En ese cruce de ideologías y políticas se encuentran los concejos deliberantes como centro de discusiones sobre proyectos que pueden ayudar a palear un poco las consecuencias económicas.



En Dolores, por ejemplo, el bloque del Frente de Todos presentó un proyecto de eximición de las tasas municipales para sectores afectados por la pandemia. De esa forma, al menos se logra ayudar un poco desde el Estado a los sectores que tienen que cerrar por las restricciones.

Lo mismo también discutirán esta tarde en el Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de La Plata, con la diferencia que la presentación del proyecto viene de parte del bloque de Juntos por el Cambio. La decisión de someterlo a discusión en vez de anunciarlo a través de un decreto fue algo que no cayó bien en la oposición.

 “El Intendente mandó un proyecto similar al que presentó el FdT hace menos de 10 días”, expuso Florencia Saintout en un medio de la ciudad dejando en claro que, al parecer, la iniciativa de Julio Garro llega tarde y después de otra de la oposición en el mismo sentido.

Si vamos a resoluciones más rápidas, podemos tomar de ejemplo el municipio de Morón, donde efectivamente se presentó un paquete de medidas económicas que incluye, entre otras cosas, la eximición de tasas municipales del mes 1 al 6 para todo aquel contribuyente que no haya podido retomar su actividad económica. Fue el mismo intendente Lucas Ghi quien lo anunció a través de un video.



Afortunadamente, los ejemplos sobran en este sentido, tanto desde el lado del Frente de Todos cómo también de algunos - pocos, pero algunos al fin - municipios liderados por Juntos por el Cambio: Mar del Plata lo hizo con los gimnasios, mientras que en Quilmes se aprobó la eximición de más de 1.000 comercios.

Hacer un punteo de lo que ocurre en todos los municipios de la provincia de Buenos Aires sería imposible, pero cabe quedarse con algunos ejemplos que hacen una radiografía de la lucha política que el año electoral generó en el tratamiento de la pandemia. En Pergamino, fue el bloque del Frente de Todos el que tuvo que presentar 14 proyectos para discutir sobre medidas económicas posibles a implementar.


EL ESTACIONAMIENTO ¿PÚBLICO?

Si algo ocurrió por detrás de nuestra vista, a lo largo de los años, en varios municipios de la provincia fue el comienzo del cobro de estacionamiento medido por empresas privadas tercerizadas del Estado. En algunos lugares tienen un porcentaje para Bomberos o entidades sociales, pero no deja de ser un negocio para algunos pocos.

Con las nuevas restricciones se reflotó un debate que ya había estado en boca de todos y todas ¿Si hay que estar lo menos expuestos posibles a la vida pública, es necesario el estacionamiento? La respuesta más racional sería que no, obviamente.

En los Concejos Deliberantes - protagonistas fundamentales de la columna del día de hoy - es una discusión que se volvió a dar y que arroja muchísimos ejemplos de ello.



La Plata, Mar del Plata, Pergamino, Morón, Junín, Tres de Febrero, Olavarría y otros tantos más, son algunos de los municipios que dieron el debate y que, en su mayoría, optaron por volver a suspender. En todos los casos no es solamente una decisión sanitaria, sino también una económica para los y las vecinas de cada ciudad.

De esta manera, los estados municipales tienen facultades propias para poder ayudar a que las consecuencias económicas que trae consigo la pandemia sean menores para algunos sectores comerciales y sociales. Eso es política pública, y no politiquería.


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