La patria, el movimiento y por último los hombres (y mujeres)

Por Tomás Correa


Del domingo a hoy pasaron cinco días. En clave de la relatividad del tiempo, en clave política, pareció un mes entero, o más. La realidad es que el resultado de las elecciones desnudó la interna de la coalición gobernante.

Cual juego de ajedrez, las fichas comenzaron a moverse desde el domingo por la noche. “Está la posibilidad de que salga (Santiago) Cafiero y entre (Sergio) Massa”, contaba una fuente por WhatsApp. Claro que, por el momento, era solo un rumor y una posibilidad dentro de las decisiones de Alberto Fernández.

Tuvieron que pasar 72 horas de especulaciones, propuestas de medidas, lecturas del contexto de derrota electoral y más para que el tablero fuese pateado. Fue cuando “Wado” de Pedro, Martín Soria, Roberto Salvarezza, Tristán Bauer, Luana Volnovich y Fernanda Raverta pusieron a disposición sus renuncias al presidente de la Nación.



Pero claro, esto tuvo un antecedente: Alicia Kirchner había pedido las renuncias a disposición de todo su gabinete al momento de perder las PASO, y lo mismo había ocurrido en la provincia de Buenos Aires el día martes. “Las renuncias están a disposición por parte de todos los funcionarios desde el día uno. Acá nadie está atornillado o encaprichado con quedarse en un lugar o con un nombre propio”, habían señalado desde la gobernación a NuevaBA.

Ahí comenzó el “infierno” de la interna. No es algo que no haya pasado en el peronismo en legislativas anteriores: en 2009 tras la derrota de Néstor Kirchner contra Francisco De Narváez - otro ejemplo de outsider haciendo buenas elecciones en la Provincia - salió Massa del gobierno, acompañado de Graciela Ocaña, hoy candidata opositora de Juntos. En el 2013 lo mismo ocurrió con Juan Manuel Abal Medina, Hernán Lorenzino, Mercedes Marcó del Pont y Norberto Yauhar. El líder del Frente Renovador volvió en 2019, la actual titular de la AFIP nunca se alejó del peronismo/kirchnerismo y el ex ministro de Agricultura lo mismo. 



La diferencia está, quizá, en la rapidez de las reacciones y la menor “violencia” de las acciones. En ambos casos, las renuncias estuvieron a disposición desde un principio y fue Cristina Fernández de Kirchner quien tomó las decisiones políticas siendo presidenta.

Pero, tal como nos tiene acostumbrados el país, la situación no quedó ahí: Un audio “filtrado” de Fernanda Vallejos tratando al presidente de “okupa” en la Casa Rosada llevó la situación a un cruce público de mensajes. Las disculpas por parte de la diputada nacional llegaron automáticamente por Twitter, pero no alcanzaron para calmar las aguas.



El paso siguiente fue una carta de la vicepresidenta en su página oficial. Allí detalla las reuniones con Alberto Fernández y desnuda la crisis interna: El rumbo económico no está favoreciendo a las soluciones a corto plazo que necesita la población. La discusión parecería pasar estrictamente por ahí, por la necesidad de las y los argentinos de llegar a fin de mes. No es un detalle menor, claro.

También apunta contra dos funcionarios de suma confianza del presidente: Juan Pablo Biondi - a quien trata de vocero que no se le conoce la voz, y lo acusa de armar operetas mediáticas en su contra - y Santiago Cafiero - uno de los más apuntados como “funcionarios que no funcionan” -.



La carta fue el detonante para el apuro de decisiones. “Voy a ordenar el Gabinete y terminar con esta discusión. Ya lo tengo bastante avanzado”, especificó el presidente al portal El Destape. La noticia viene acompañada de la presunta continuidad de Wado de Pedro en su lugar como ministro del Interior.

En principio tres nombres suenan cada vez más fuerte: Sergio Massa, Julián Dominguez y Daniel Scioli. De la política de la experiencia saldrán los nombres que buscarán cambiar el rumbo del país. También están las versiones de gobernadores que ayer se reunieron con el Presidente en Olivos: el sanjuanino Sergio Uñac y el tucumano Juan Manzur. Todos pretenden que sea con consenso. 

El presidente de la Cámara de Diputados cumple también la función de ser un "mediador" en la unidad del Frente de Todos. Todo en las "tinieblas", mientras que para afuera el silencio de radio es la premisa. 

Por su parte, en la provincia de Buenos Aires el gobernador continúa reuniéndose con Intendentes. Este viernes serán los del interior quienes se hagan presentes en la gobernación. “El objetivo es coordinar los pasos de campaña y escuchar las demandas. Nosotros seguimos trabajando para fortalecer el frente y mejorar la gestión”, destacaron a NuevaBA desde el entorno de Kicillof.

Hay una premisa en la historia del peronismo: “Primero la Patria, después el movimiento y, por último, los hombres (y las mujeres)”. Quedará ver si los nombres pasan desapercibidos en búsqueda de un fin común: La unidad, y la mejoría para el pueblo.