DESPIDOS MASIVOS

Los trabajadores de PepsiCo marchan a los tribunales de San Isidro para frenar el desalojo

Piden que se declare la incompetencia de la jueza de garantías Rodríguez Menasty. Según denunciaron los delegados, la magistrada "se negó a otorgar las mínimas garantías de que no llevará adelante un desalojo violento".


Tras la movilización de ayer al Juzgado de Garantías n° 3, los trabajadores despedidos de la multinacional PepsiCo marchan a los tribunales de San Isidro para frenar el desalojo de la planta de Vicente López ordenado por el fiscal Gastón Larramendi.

Los delegados mantuvieron ayer una reunión con la jueza Andrea Rodríguez Menasty, pero no lograron resultados. Según informaron, la magistrada "se negó a otorgar las mínimas garantías de que no llevará adelante un desalojo violento pese a que se le informó que en la fábrica había trabajadoras y obreros que no pensaban abandonar su lucha por las amenazas de represión".

Asimismo, los abogados de los trabajadores explicaron en ese encuentro que la empresa "incurrió en el delito de lock out ofensivo al cerrar la planta previo a la apertura del Procedimiento Preventivo de Crisis". Informaron que la denuncia se radicó en los Juzgados Federales de San Isidro y que es allí donde debería resolverse la situación de la fábrica, motivo por el cual los trabajadores solicitaron "la incompetencia de la jueza, que no debería seguir con el caso y mucho menos ejecutar una orden de desalojo".

Los empleados despedidos señalaron también en su comunicado que "lo más alevoso de la situación es que el pedido de desalojo solicitado por la patronal se basa en un supuesto peligro de contaminación que la planta tendría. Es decir, que la empresa aduce su propia infracción a la ley al mantener una planta supuestamente contaminante para justificar el uso de la fuerza contra los trabajadores".

Frente a esta situación, los trabajadores de PepsiCo se movilizan a los tribunales de San Isidro acompañados por dirigentes políticos y sociales y referentes de organismos de derechos humanos.

El pedido de desalojo fue ordenado el viernes pasado por el fiscal Gastón Larramendi ante la ocupación pacífica de la fábrica de Florida que realizan los despedidos de la empresa para evitar que las fuerzas de seguridad se lleven las máquinas del lugar.

El 20 de junio, la multinacional PepsiCo cerró sus puertas de manera sorpresiva y dejó a 600 trabajadores en la calle. Les comunicó su decisión con una nota pegada en el portón de la fábrica, en la que informó además sobre su intención de ampliar su planta en Mar del Plata. También adujo una presunta crisis que nunca logró demostrar.


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