OPINIÓN

Una bomba de tiempo en Cambiemos

Recrudece la interna entre Carrió y Jorge Macri. Monzó y su apuesta por el “comodín” del oficialismo. “Más Cambiemos y menos PRO”. El “delincuente” y la “doctora”. Las encuestas. Opinan cuatro legisladores bonaerenses.


Por Mauro Castro

“Yo no voy a avalar delincuentes en las listas”, dijo días atrás Elisa Carrió. Con esa frase, la diputada nacional reavivó la fuerte interna que mantiene con Jorge Macri desde hace tiempo. Los dos buscan encabezar una lista en las próximas elecciones legislativas y si bien aún no está confirmado que vayan a competir, son los nombres que se barajan con más fuerza en el oficialismo. La tensión entre ambos, acentuada por las incendiarias denuncias de la legisladora, es una bomba de tiempo para Mauricio Macri y la cúpula del Gobierno, que deberá resolver con la mayor cintura posible las candidaturas en la Provincia, el distrito electoral más importante del país.

En los últimos días cobró fuerza el rumor de que en el Gobierno le habrían bajado el pulgar a la postulación de Jorge Macri, pese a que Carrió había asegurado que era el elegido de María Eugenia Vidal para pelear por la senaduría. Los hechos parecían apoyar esa teoría. Desde mediados del año pasado, el intendente fue anfitrión de Macri, Vidal y sus pares de otros municipios. Un dato: la Gobernadora encabezó en 2016 cuatro reuniones de Gabinete ampliado y la única que no tuvo lugar en la Casa de Gobierno se realizó en Vicente López. Otro: el único Foro de Intendentes oficialistas que contó con la participación del Presidente se llevó a cabo en ese municipio. A mediados de diciembre, Vidal recorrió con Jorge Macri una obra hidráulica en su distrito; volvió a mostrarse allí con él a fines de enero, en un centro barrial de infancia. La última señal provino del Jefe de Estado, que lo recibió en Olivos pocas horas después de que Carrió lo tratara de “delincuente”.

Pese a las fotos conjuntas y los gestos, el rumor llegó a portales web y programas televisivos. Algunos medios incluso lo confirmaron. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, tuvo que salir a desdramatizar: “Todos los que quieran competir tienen derecho a presentarse en las PASO”. Los que afirman que Macri está fuera de carrera atribuyen esa decisión a las denuncias de Carrió, sino a una razón pragmática. El alcalde tiene sobre sus espaldas nada menos que el apellido presidencial y lo concreto es que los magros números del Presidente en el Conurbano bonaerense preocupan a los armadores del oficialismo.

¿Pero qué pasa con Carrió? La diputada ya dijo públicamente que definirá su futuro electoral después de Semana Santa. Horacio Rodríguez Larreta le hizo un guiño al señalar que sería “un orgullo” que fuera candidata en Capital Federal. Consultada al respecto, Vidal pateó la pelota afuera: “Prefiero que los candidatos en Provincia sean el resultado de un debate dentro de Cambiemos”. Desde la Coalición Cívica afirmaron a NUEVA BA que hay un “movimiento subterráneo” entre los intendentes que hará que vayan inclinándose paulatinamente por una candidatura de Carrió. En la Séptima, el jefe comunal de Dolores, Camilo Etchevarren, esquivó las indirectas y pidió expresamente por su postulación: “Necesitamos política y principios”, clamó.

La tropa de Carrió pide a gritos que compita en tierras bonaerenses. "En la Ciudad, Cambiemos gana de cualquier manera porque no hay un candidato fuerte que pueda complicarle la vida", sostuvo el diputado marplatense Guillermo Castello. Es que en Provincia hay “otros jugadores” y “no se puede especular”, agregó. La jugada que imaginan en el armado de “Lilita” tiene un fundamento más profundo: dar la batalla contra Cristina.

En tren de polarizar con el kirchnerismo, los dirigentes de la Coalición Cívica aseguran que Carrió es la única que puede dar la pelea electoral en la Provincia contra la ex mandataria. Los voceros muestran sus pergaminos: “Es la dirigente que más se opuso a la década kirchnerista”. “Los bonaerenses queremos que compita aquí y no en Capital. Una candidatura en Provincia sería consecuente con el esfuerzo que viene haciendo en romper con una matriz que nos ha gobernado 28 años y que puso de rodillas al distrito”, graficó el senador Andrés De Leo, otro de los alfiles de Carrió en la Legislatura provincial.

Quien se metió de lleno en la interna fue Emilio Monzó. Díscolo, el dirigente de Carlos Tejedor no se achica al momento de discrepar con la plana mayor del oficialismo. En declaraciones televisivas, calificó a Carrió como el “comodín” de Cambiemos y le dio un importante aval al pedir por su candidatura. ¿Tendrá algo que ver su ya conocido distanciamiento con Vidal, que parece haberse inclinado por el intendente de Vicente López? Monzó esgrimió como argumento los números de las encuestas y avisó: “Si perdemos con Jorge Macri, perdemos un Macri”.

Sus dichos generaron malestar en el armado del intendente. Fuentes de estrecha confianza de Macri dijeron incluso que la intervención de Monzó cayó peor que los dardos que dispara Carrió en los medios. El diputado Mauricio Vivani, uno de los alfiles del jefe comunal en la Cuarta Sección, le salió rápidamente al cruce: “Es uno de los constructores del espacio y no puede decir eso. A mí no se me ocurriría poner en duda el triunfo de Cambiemos en la Provincia”.

Una diferencia conceptual

Un sector del radicalismo encabezado por Ricardo Alfonsín viene reclamando que el partido haga oír su voz dentro de la coalición gobernante. Cambiemos no es sólo el PRO, sostienen. Un problema similar se presenta en la disputa entre Carrió y Macri.

Además de destacar su experiencia como intendente y su trabajo “codo a codo” con Vidal, desde el entorno de Macri repiten con insistencia un argumento para apoyar su postulación: “Fue el primer dirigente del PRO en la Provincia, el primero que empezó a caminar el territorio bonaerense”. No les falta razón. No obstante, en el armado de Carrió hacen el mismo razonamiento que en la UCR. Consideran que haber izado la bandera del PRO en Buenos Aires no es mérito suficiente como para quedarse con la candidatura. “Cambiemos tiene que ser cada vez más Cambiemos y menos PRO. (El consultor ecuatoriano Jaime) Durán Barba y algunos dirigentes se equivocan porque a Cambiemos no lo formó Jorge Macri. Sin la UCR y sin la ascendencia moral de Carrió, no hubiésemos ganado”, sentenció Castello.

Parece haber una diferencia conceptual sobre el que significa la coalición oficialista. ¿Cambiemos es Mauricio Macri? ¿Es Vidal? ¿Son los radicales y la CC, que le aportaron votos y poder territorial al macrismo? “Todos somos socios de esta gran coalición. Hay que dejar de lado la envidia y los celos y pensar qué le conviene más al Gobierno”, planteó el diputado.

Acuerdo y concordia

Lo cierto es que el intendente y su tropa evitan la confrontación con Carrió. Pese a que la dirigente lo vinculó con graves hechos de corrupción, ni el alcalde ni sus referentes más cercanos salieron a contragolpear. Le dicen “doctora” cada vez que la nombran. Prefieren evitar las agresiones y se limitan a afirmar que la legisladora nacional tiene “mala información”. En cada declaración pública, Jorge Macri insiste con invitarla a tomar un café para “despejarle las dudas”. Sabe que jugar al “golpe por golpe” con la diputada, más avezada en enfrentamientos mediáticos, puede traerle más de un dolor de cabeza. “Carrió es una de las fundadoras de Cambiemos; la respetamos muchísimo”, intentan bajarle el tono a la discusión.

Sin embargo, en el armado del intendente se encargan de subrayar que las denuncias no tienen sustento. “Si hubiera alguna acusación expresa, yo saldría a defender a Macri, pero en realidad dice mucho y no dice nada”, disparó Vivani. “A mí no me puede molestar algo que sé que no es cierto. No hay una sola prueba de las cosas que dice Carrió”, sumó el diputado bonaerense César Torres, ex funcionario de Macri en Vicente López. Fuentes cercanas al jefe comunal hacen notar que, de momento, las denuncias sólo corren por el carril mediático. “Todos sabemos que cuando la doctora tiene una prueba, va directamente a la Justicia. Hoy sólo nos podemos manejar por lo que dice”, manifestaron en diálogo con NUEVA BA. En concreto, Carrió acusa al primo del Jefe de Estado de proteger al suspendido fiscal Julio Novo, procesado por haber entorpecido la investigación de tres homicidios vinculados con el narcotráfico. La socia de Cambiemos también disparó contra el diputado nacional Sergio Massa y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

Queda claro que la estrategia de Macri es la conciliación. Tender puentes y convencer a la diputada de que “las luchas que viene dando en su municipio son las mismas que impulsa Vidal desde que asumió”, como sostuvo un diputado de su riñón. En busca de bajar la intensidad de los ataques, Torres apeló a una cita de autoridad: “Tomo dos palabras de Francisco: acuerdo y concordia. Son dos cosas que se van a tener que dar porque no está buena la agresión. Tenemos que sentarnos a charlar y ver cómo salimos para adelante”.

Números

Pero la política no sólo son fotos sino también números; todas las especulaciones se terminan si un candidato no mide suficiente. Esta semana se encendieron alarmas en el oficialismo: cuatro encuestas de diferentes consultoras ubican a Carrió en un cómodo tercer lugar, detrás de Cristina y de Massa. Para Management & Fit, la fórmula Massa-Stolbizer se encuentra en un empate técnico con la de CFK y Daniel Scioli (32,9 a 30,5 por ciento, respectivamente), frente un 18 por ciento de la diputada. Con algunas variaciones, los estudios realizados por González y Valladares, Aragón & Asociados y Haime vaticinan un escenario similar.

Una quinta encuesta la ubica a la líder de la CC-ARI en segundo lugar, detrás de Cristina. La ex Presidenta encabeza la intención de voto con 33 por ciento; Carrió la sigue con un 22 y Massa figura tercero con 16,6 por ciento. El estudio arroja otro dato que seguramente no pasará inadvertido en las usinas de Cambiemos: “Lilita” le gana cómodamente a Jorge Macri, que según el sondeo cosecha el 3,8 por ciento de intención de voto.

Precisamente ese es otro de los motivos por los cuales la plana mayor del oficialismo estaría analizando la posibilidad de bajar la candidatura del intendente de Vicente López: su figura no logra superar un techo de 20 por ciento. A esto se le suma que, de acuerdo a encuestas difundidas en las últimas semanas, la imagen negativa de Mauricio Macri en el Gran Buenos Aires, principalmente en las secciones Primera y Tercera, trepa al 60 por ciento.

Escenarios

Si finalmente Jorge Macri no es el candidato de Cambiemos, Carrió tendría el camino despejado para encabezar la lista, aunque todo dependerá de cómo mida en la Provincia, sobre todo en el Conurbano. También puede suceder que el intendente decida jugar en las PASO, aunque él mismo recalcó que ir a una interna no sería conveniente para el oficialismo. O que sea la líder de la CC quien se baje de la pelea electoral. Un cuarto escenario plantea un interrogante incómodo: ¿qué haría Carrió si el primo de Macri es el elegido para representar a Cambiemos en las legislativas? Castello y De Leo aseguran que no va a romper y que “seguirá acompañando a la Gobernadora y al Presidente”.

¿Y si no compite ninguno de los dos? En el oficialismo empiezan a barajar otras opciones: se habla del ministro de Educación, Esteban Bullrich, aunque no parece factible su candidatura en un contexto de alta conflictividad con los docentes. La titular de Desarrollo Social, Carolina Stanley, es otra de las apuntadas y según versiones periodísticas contaría con el visto bueno de Carrió. ¿También se anota Jorge Triaca, el titular de la cartera de Trabajo?

Hay otros dos nombres en carpeta. Uno es el de Gladys González, interventora del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU); la dirigente de Avellaneda, del riñón del PRO, es además la esposa del diputado Manuel Mosca, titular de la Cámara Baja bonaerense y hombre de máxima confianza de Vidal. El otro es el neurocientífico Facundo Manes, que desde mediados de 2016 trabaja ad honorem en la administración provincial y ya recorrió un par de veces el Conurbano con la Gobernadora. El problema en ambos casos sería su escaso grado de conocimiento en la opinión pública. Por el momento, son sólo especulaciones.


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