Transferencia de datos

Transferencia de datos en campaña: Los límites legales de la difusión electoral

Las campañas tienen diversas modalidades para llegar al electorado que representan, como así también a los que no representan. En los últimos días hubo una situación que removió las redes sociales: los sms de las visitas de Facundo Manes a distritos bonaerenses. Eduardo Ferreyra, de ADC derechos, se sumó al debate.

Por Tomás Correa


La campaña está en el mayor momento de movimiento: faltan 17 días para las P.A.S.O y los diversos partidos políticos, candidatos y candidatas usan sus herramientas para llegar a la mayor cantidad del electorado.

Campañas de pautado por redes, números de WhatsApp donde agregarse para listas de difusión, y hasta transferencia de datos para difundir las actividades y recorridas que se realizan durante la campaña.



Lo último fue el tema de los últimos días en las redes sociales: por un lado, la denuncia de la periodista Soledad Vallejos sobre la utilización de la base de datos de vacunación de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta en CABA por parte de María Eugenia Vidal para realizar campaña.

Por otro, y en aquí el foco bonaerense de análisis para NuevaBA, los mensajes de texto anunciando las recorridas de Facundo Manes en distritos bonaerenses.

El primer mensaje es de un link de una agencia de viajes de cuando busqué un pasaje”, cuenta una de las damnificadas a NuevaBA. La situación se ve en la previa de la recorrida del pre-candidato en La Plata, pero también ocurrió en ciudades como Olavarría, y en los distritos que la UCR ha visitado.



Eduardo Ferreyra, de ADC derechos, dialogó con este medio y enmarcó las limitaciones legales que hay en la campaña: Lo primero que hay que decir es que el derecho de protección de datos personales tiene un principio básico que tiene que cumplir. Primero que nada es el consentimiento, cualquier base de datos tiene que contar con el consentimiento de las personas al momento de pedir esos datos, y el contexto tiene que ser libre e informal, la persona tiene que saber para que se les recaba los datos.

“Si la persona es informada, el tratamiento es legítimo. Si no, no lo es. En general hay compra de bases de datos, y toda transferencia de base de datos tiene que cumplir con el requisito de tener informada a la persona y que exista el consentimiento para que el traspaso se realice” agregó sobre el tema.



Hay una situación clave en toda difusión personalizada que excede a los límites legales, y donde entra también la ética: Hay una invasión de la privacidad hacia quienes no consienten la recepción de los mensajes de campaña. Es decir, no hay una regulación como sí puede existir en el aviso de un espacio de campaña electoral en la televisión o en las plataformas audiovisuales.

En este sentido, Ferreyra explicó que los datos personales se recaban para una finalidad, y tiene que ser cumplida. Solamente para eso se puede hacer y recordó que “en 2016 o 2017 pasó que el Gobierno Nacional comenzó a mandar comunicación política a los mails de las personas, que fueron provistos para otra finalidad. En su momento se cuestionó justamente eso mismo, que no era la finalidad para que se les había pedido. Hay que ver para que se habían pedido en principio los datos”.




LA REGULACIÓN DE LA TRANSFERENCIA DE DATOS

¿Cómo se regula la transferencia? Es quizá la primera pregunta y, también, la solución para tener un control sobre la situación a la que se refiere la nota. Si existiese una regulación más dura, habría mayor control sobre la transferencia, pero eso tampoco es algo tan sencillo.

Eduardo Ferreyra detalló a NuevaBA que “en la práctica hay un grave problema de investigación y de control, ya que si bien tenemos una agencia de autoridad de datos personales, y yo no dudo de la capacidad y de la idoneidad de quienes ocupan y ocuparon la autoridad, hay un tema de falta de recursos humanos y de presupuesto, que impide que el control sea tan fuerte. Actualmente no tiene asignado directo”.



Parte de las estrategias de campaña tienen, de manera directa o indirecta, una utilización de datos. Ferreyra destacó que entiendo que todos los partidos usan datos de las personas, pero debería ser parte de la transparencia de campaña que digan de donde salen. Una buena idea para que la famosa “transparencia” sea cada vez mayor.

Pero esta situación no es algo que pase solamente en Argentina. En la comunicación política hay un quiebre tras la campaña de Donald Trump en Estados Unidos - si vieron El Reino, hay una linda explicación sobre eso -. Lo mismo ocurrió con la campaña de Bolsonaro en Brasil y la utilización de datos.



Sobre esto, Ferreyra detalló: "Facebook ya admitió que no había tenido un control riguroso, porque la transferencia de datos fue un escándalo. Vos entras a una app inocentemente y terminan llegando tus datos a una campaña política. A partir de ahí se endureció más la privacidad para que terceros no puedan acceder a sus bases de datos.

Por último, concluyó que “acá hubo notas de que estas prácticas habían empezado a pasar en Argentina, pero no hay nada comprobado de manera clara. Pero parece que sí, que los grandes partidos empezaron a usar estas técnicas de manera incipiente.


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