Susana González: "Hubo un enojo por las restricciones que no supimos percibir en el oficialismo"

Por Juan Vera Visotsky


La actual diputada provincial y candidata a renovar su banca por la tercera sección electoral Susana González dialogó con NuevaBA sobre la campaña electoral y las expectativas del oficialismo de revertir la elección y fue muy autocrítica respecto al desempeño oficialista: “Hubo un enojo por las restricciones que no supimos percibir”, dijo.

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- ¿Cómo ves al FDT de cara a noviembre?
 
SG: Lo veo bien, creo que hemos escuchado el mensaje de las urnas. No creo que Juntos por el Cambio haya sacado más votos que nosotros, creo que sacaron menos que la elección pasada. Lo que sucede es que a nosotros nos ha ido a votar menos gente. Hicimos un estudio exhaustivo de la gente que no fue a votar en cada mesa y observamos que principalmente fueron gente muy grande y muy jóvenes quienes no han acudido a las urnas. La estrategia que nos dimos en consecuencia con eso fue dividirnos por zonas, tocar el timbre, conversar con la gente sobre por qué no fueron a votar, a quien apoyarían y dar la discusión, en definitiva. Creo que eso lo estamos tomando en todos los territorios y diferenciando ya que no es lo mismo el conurbano que los municipios de la primera o de la séptima. Cada uno se da una estrategia diferente la cual trabajamos con el jefe de gabinete y la secretaría de gobierno. Todos los diputados y diputadas hemos sido convocados para dar ideas y hablar de la realidad de cada distrito.
 

Hicimos un estudio exhaustivo de la gente que no fue a votar en cada mesa y observamos que principalmente fueron gente muy grande y muy jóvenes quienes no han acudido a las urnas

 
- Se te escucha muy confiada y entusiasmada. ¿Creés que se puede revertir el resultado de las PASO?
 
SG: Yo creo que sí que podemos sacar más cantidad de votos y emparejar la cámara de Diputados y en el Senado. Creo que el gobierno dio medidas necesarias que la gente estaba reclamando como la promoción del turismo (con lo de los viajes de egresados, pero también con la exención de deudas impositivas, en las notas de crédito en caso que tengan los impuestos vencidos). Yo creo que es una reactivación muy importante para un sector que ha sido muy golpeado como ha sido la gastronomía y el hotelería y que ahora con la suba de la temporada estival. Yo creo que es lo de menos pensar en el resultado electoral, lo que hay que hacer es tomar medidas que alivien a la gente. Creo que el cambio en la Secretaría de Comercio con el ingreso de Roberto Feletti va a ser importante, esa es una gran crítica que nos hemos dado y hemos discutido en el seno de cada una de las organizaciones en las que militamos. Para nosotros faltó un control de precios más exhaustivos y algunos como yo piensan que debido al manejo de los valores de referencia que a veces es imposible no tenerlos. Para mí había que establecer un control de Precios Máximos, sobre todo en lo que son alimentos de buena necesidad.

 
- ¿Leés el ingreso de Feletti en ese sentido, de búsqueda de mayores controles de precios y de la economía?
  SG: Él mismo dijo que va a intentar acordar, que es lo que intentó hacer Paula Español, pero creo que él en principio va a intentar acordar y si no se logra un acuerdo se tienen que establecer medidas más duras, que no significa ser autoritario. El Estado está justamente para regular esas situaciones, estableciendo valores de referencia y sancionando a aquellos que no lo cumplen por mera especulación. Muchos monopolios y oligopolios se abusan de su situación dominante generando desabastecimiento y valores inaccesibles. Cuando el gobierno hace paritarias no alcanza a beneficiar a los trabajadores porque el sueldo se les va en alimentos.


 

- Después de las elecciones los gobiernos nacional y provincial tomaron medidas económicas para inyectar recursos en los sectores más golpeados por la pandemia. ¿Creés que estas medidas se podrían haber tomado antes de la elección?
 
SG: Yo creo que hicimos alguna lectura mal durante la pandemia. Nosotros entendíamos que la gente había comprendido que las restricciones eran en virtud de una guerra sanitaria que padecimos y no alcanzamos a comprender que la gente estaba muy enojada por el encierro y lo que eso conllevó: cierre de pymes, despidos, falta de consumos. Las escuelas no estuvieron cerradas, pero si es cierto que muchos padres se encontraron con la situación de no saber qué hacer con los hijos todo el día en la casa, por más que las clases hayan continuado virtuales. En una situación de normalidad los padres van a trabajar ambos y en el horario que los pibes están en la escuela descansan; y si no están en la escuela están con sus abuelos o tíos o una niñera. Esa situación en la pandemia no se permitió, muchos padres no podían arreglar para faltar a su trabajo siempre por tener a los chicos en la casa y tampoco podían ir a lo de sus abuelos. Yo creo que ese enojo no lo supimos percibir y la gente continúa enojada. Además, estaban todo el día en las casas con la televisión que permanentemente tira desánimo creando guerras que no existen y baterías de fake news que la gente consume. A mí no me tocó percibirlo en la calle durante la campaña, pero evidentemente fue una mala percepción que tuvimos durante estos dos años de gobierno en los que estuvimos muy preocupados y ocupados por la situación sanitaria y en la asistencia a los sectores más golpeados. Insisto, para revertirlo tenemos que tomar medidas que sean también posteleccionarias.
 

- ¿Por qué evaluás que la tercera sección fue la única en la que el oficialimo ganó en la provincia?
 
SG: Una de las autocríticas que tuvimos en la reunión con Martín (Insaurralde) y con Cristina (Álvarez Rodríguez) fue que la campaña electoral fue uniforme para toda la provincia y no es lo mismo hacer campaña en Pigüé que en Lomas de Zamora. Creo que fue una campaña atípica, en la cual no pudimos salir a militar el territorio que es nuestro fuerte y que nos la pasamos mirando a nuestros candidatos de programa en programa en televisión, donde no podían expresarse sobre los proyectos porque eran atacados permanentemente ante cada cosa que la prensa instalara en agenda, que no era la agenda nuestra. Para mí eso no sirvió. Lo nuestro es el territorio, hablar con los vecinos y hablar de nuestras propuestas; no ir a canales de televisión que sabemos que el 90% tienen una editorial en contra nuestro, ni siquiera te digo crítica sino opuesta a la nuestra directamente.
 

- ¿Qué opinión tenés de los cambios en los gabinetes de Nación y Provincia?
 
SG: Yo amo a Aníbal Fernández, creo que es otra impronta, no porque Sabina Frederic fuera mala funcionaria. Si es cierto que era una funcionaria de bajo perfil y en una cartera de seguridad estamos acostumbrados a perfiles muy fuertes. Creo que el ingreso de Aníbal en Nación fue muy bueno; el ingreso de Manzur es una cuestión que decidió el presidente junto a la vicepresidenta, me parece que Cafiero tampoco era mal funcionario, pero tiene otra impronta menos comunicacional, digamos. Manzur tiene otras formas, ya lo tuvimos como funcionario en el gobierno de Cristina. En cuanto a la Provincia los ingresos de Insaurralde y Nardini fueron buenos. Vos fijate que a nivel nacional Ferraresi y Katopodis encabezan dos ministerios que más han desarrollado políticas en estos dos años y eso es justamente porque son intendentes. La sensibilidad de saber qué necesitan los intendentes y los vecinos creo que te la da la experiencia de estar en ese campo que te da la intendencia. En la Provincia tanto Leo como Martín conocen el territorio y la Provincia y para mí son grandes incorporaciones. En cuanto a Cristina Álvarez Rodríguez, ya fue ministra de gobierno y es una persona de barrio muy amplia, abierta y humilde. Creo que fueron buenos cambios, más allá de que Teresa García para mí fue lo mejor que ha tenido la provincia de Buenos Aires.
 

Por supuesto que estoy en contra de lo que opina Manzur respecto al aborto. Pero eso no lo descalifica como funcionario

 

- ¿Qué opinás específicamente de la asunción de Manzur? Fue quizás el ingreso que más debates internos generó, teniendo en cuenta sus posturas en contra del aborto
 
SG: Por supuesto que estoy en contra de lo que opina Manzur respecto al aborto. Pero eso no lo descalifica como funcionario. Estoy en contra de muchas otras posturas, como la de mi ministro de seguridad de la Provincia, Sergio Berni, pero no lo descalifico como funcionario. Lo mismo, creo que es buen funcionario por más que no me gusten sus formas y cosas que lleva adelante. Yo no soy quien para elegirle el gabinete al presidente ni al gobernador. Trabajé 20 años en el ejecutivo y sería una desfachatada y una caradura si le pusiera un funcionario al gobernador o al presidente. Me parece que los que comandan el ejecutivo tienen la obligación y el derecho de tener al lado gente de su riñón y en la que confían, más allá de que no me gusten ciertas formas. Lo de Manzur es cierto que muchas desde el feminismo estuvieron en contra de la designación por su postura respecto al aborto, la cual, reitero, la rechazo. Pero creo que eso no lo descalifica como funcionario.