La interna de la UCR, en llamas

La Junta Electoral advirtió a la UCR bonaerense por su alianza y crece la tensión interna

El órgano provincial observó la falta de una firma clave en el acta de constitución del frente “Somos Buenos Aires”. La omisión complica la validez del acuerdo y reflota la interna radical.



La Junta Electoral de la provincia de Buenos Aires le hizo una observación formal a la Unión Cívica Radical por una omisión en el acta de constitución del frente “Somos Buenos Aires”, la alianza en la que el partido comparte espacio con peronistas no kirchneristas, la Coalición Cívica, el GEN, socialistas y vecinalistas. En paralelo, convocaron a una convención de urgencia y cruje el acuerdo: mientras un sector señala que es sólo un tecnicismo, el ala abadista buscará insistir en su rechazo a la alianza.

La advertencia se basa en la ausencia de una de las cuatro firmas requeridas para validar la inclusión del radicalismo en el armado: la del diputado provincial Diego Garciarena, presidente del bloque de la UCR e integrante del sector que responde al senador nacional Maximiliano Abad.
 
La omisión, que hasta ahora era solo un elemento de la disputa política interna, cobró una nueva dimensión jurídica. En respuesta, se convocó de urgencia a una sesión extraordinaria de la Convención partidaria para este martes 15 de junio a las 10, con modalidad mixta entre presencial y virtual. Según se informó, el objetivo será ratificar la integración al frente y responder formalmente al requerimiento emitido por la Junta Electoral.


 
Desde el sector de Abad indicaron que la falta de firma no fue un descuido, sino una decisión política. Garciarena se retiró de la mesa de negociaciones en desacuerdo con el lugar que le fue otorgado a Emilio Monzó en la lista de la Cuarta Sección, un espacio que el grupo reclamaba para un dirigente radical. Tras esa ruptura, el abadismo advirtió que evaluaría impugnar la participación del partido en el frente electoral.
 
La advertencia judicial reavivó las diferencias internas. Ya no se trata solo de la histórica tensión entre Evolución y el sector de Abad: también se sumaron los intendentes boina blanca, dirigentes cercanos a Martín Lousteau, a Facundo Manes y al propio Miguel Fernández, candidato a presidir el Comité Provincia y uno de los principales impulsores del frente. El enfrentamiento, hasta hace poco contenido en discusiones estratégicas, ahora adquiere implicancias jurídicas que podrían afectar la validez del armado electoral.


 
Desde el espacio que respalda el frente Somos Buenos Aires señalaron que la sesión de este martes busca regularizar la situación y avanzar en la formalización del acuerdo. Pero desde el sector que responde a Abad cuestionaron incluso la legalidad de la convocatoria. Recordaron que la carta orgánica del partido establece que, aún en situaciones de urgencia, las sesiones extraordinarias deben ser convocadas con al menos siete días de antelación.
 
La evolución del conflicto determinará no solo el destino inmediato del frente opositor, sino también el equilibrio interno del radicalismo en un año electoral clave. El desenlace de la convocatoria extraordinaria de este martes será determinante para saber si la UCR bonaerense logra sostener su estrategia política común o si la interna termina por fracturarla formalmente.



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