HISTÓRICO JUICIO EN MAR DEL PLATA

"El Estado tiene la obligación de evaluar el caso de Lucía con perspectiva de género"

El abogado de la familia, Gustavo Marceillac, dialogó con Nueva BA sobre los fundamentos de su alegato. Afirmó que entre los imputados y la adolescente asesinada había una "relación desigual de poder" y advirtió que la línea de género no puede depender de la "discrecionalidad" de los jueces. Las diferencias con el alegato del fiscal.

Gustavo Marceillac, abogado de la familia de Lucía. Crédito: 0223.com.ar

Por Mauro Castro

Esta mañana se desarrolló en los tribunales de Mar del Plata la segunda jornada de alegatos del juicio por el femicidio de Lucía Pérez. El abogado de la familia, Gustavo Marceillac, pidió prisión perpetua para Matías Farías y Juan Pablo Offidani, a quien consideró "partícipe necesario" del crimen, y sostuvo la acusación contra Alejandro Maciel, imputado por "encubrimiento agravado".

En sintonía con los argumentos del fiscal Daniel Vicente, Marceillac subrayó en su exposición que Lucía fue víctima de un "abuso de poder" por parte de los tres imputados y remarcó que, por tal motivo, el crimen debe ser juzgado con "perspectiva de género". "Esa línea no puede quedar supeditada a la discrecionalidad de los jueces. Hay tratados internacionales que nos obligan a analizar estos casos de ese modo", afirmó.

Para Marceillac, esa situación de "asimetría" entre los acusados y la víctima impide hablar de "consentimiento libre" por parte de Lucía en las relaciones sexuales que mantuvo con Farías. El abogado reconoció que no se pudo demostrar el femicidio con pruebas científicas pero advirtió que "la prueba pericial no es la única que hay en un proceso penal" y subrayó la importancia de hacer un "análisis integral" de toda la prueba recolectada durante las audiencias.

En una entrevista exclusiva con Nueva BA, también se refirió a las discrepancias con el fiscal respecto a la imputación a Offidani y el retiro de la acusación contra Maciel.

—¿Cómo resumiría el planteo general de su alegato?

Estamos frente a un caso que hay que analizar con perspectiva de género. Cualquier otro tipo de visión va a ser incorrecta. Esa perspectiva de género permite poner en foco cómo hay que valorar la prueba y determinar si podemos hablar o no de una relación libre y consentida, sobre todo en lo relacionado con la imputación a Farías y a Offidani por abuso sexual. El fiscal lo planteó desde el mismo punto de vista; en ese sentido, las teorías del caso coinciden.

—¿A qué se deben las diferencias con el fiscal en cuanto a los cargos imputados y las penas?

—Con el fiscal disentimos en el grado de participación de Offidani en relación al hecho del cual fue víctima Lucía. El fiscal alega que Offidani tiene que responder sólo por el abuso sexual agravado, pero que no por la muerte. En relación a eso, entiende que Offidani fue "partícipe secundario" en los hechos. Para nosotros es "partícipe necesario" de un hecho global, incluida la muerte de Lucía, porque se tendría que haber representado la posibilidad de ese resultado y actuó con indiferencia frente a lo que sucedió.

La segunda divergencia tiene que ver con la acusación a Maciel. Entendemos que con la prueba que se produjo en el juicio hay suficiente evidencia como para condenarlo por "encubrimiento agravado" y por eso formulamos una acusación autónoma en relación a ese delito.

—Los peritos dijeron que no podía determinarse que el cuerpo hubiera sido lavado. Esa conclusión parece favorecer a Maciel.

—Dijeron que no podía acreditarse científicamente, pero la prueba pericial no es la única que hay en un proceso. Lo que tratamos de poner en evidencia es que a partir del análisis integral de toda la prueba pudimos reconstruir lo que pasó ahí adentro y a nuestro modo de ver Lucía falleció mientras estaba desnuda y a ese cuerpo lo acondicionaron y lo vistieron. No podemos demostrarlo con una prueba científica, pero sí a partir de otros elementos de convicción que permiten reconstruir el hecho de otra manera.

—En una de las audiencias, dos de los jueces desestimaron la perspectiva de género ¿Qué expectativas tiene respecto a que incluyan esa línea en la sentencia?

—Desconozco cómo van a responder frente a este reclamo. Lo que sí tengo claro es que esta perspectiva de género con la que hay que analizar este tipo de casos no puede quedar supeditada a la discrecionalidad de los jueces. Hoy es norma, es ley, es obligación del Estado evaluar estos casos con perspectiva de género, porque lo dicen la Corte de la Nación y las cortes provinciales. No hacerlo implica una asunción de responsabilidades para los funcionarios judiciales y una asunción de responsabilidades políticas para el Estado. Se lo dijimos con crudeza al tribunal. No es una cuestión de 'a mí me parece que sí' o 'a mí me parece que no': está normativizado, hay tratados internacionales a los que Argentina adhirió que nos obligan a analizar los casos desde una perspectiva de género. Es en esa relación desigual de poder en donde se producen el abuso sexual y la violencia, que eliminan toda posibilidad de hablar de consentimiento libre por parte de la víctima.

—¿Cómo está la familia de Lucía después de un juicio tan duro?

—Pese a los cascotazos que recibió, los familiares han podido transitar el juicio con mucha hidalguía y con mucho respeto por las instituciones. Han sido en todo momento muy respetuosos, incluso de la labor de la defensa, que propone una hipótesis que no es la que ellos quieren. Desde ese punto de vista, es admirable el temple que han tenido. Y por supuesto que están esperanzados con que salgan condenas como las que pretendemos.


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